Postres y vinos: ¿Cómo maridarlos de la mejor manera?
El postre es una parte importante dentro de la
comida, pues, es el punto de cierre de una gran celebración, por eso es
que el vino que
acompañe su degustación debe ser el adecuado para que pueda realzar su sabor y
conseguir que los comensales estén a gusto. El mundo de los postres es
muy variado ya que cada persona tiene distintas preferencias, así se tienen
fanáticos de los dulces, mientras hay otros que se inclinan por aquellos que
incluyan algún tipo de quesos y también existen individuos que consideran a una
buena copa de vino como
un postre.
¿A qué se le llama un vino de postre?
Se
conocen como vinos de postres a
aquellas bebidas que armonizan grandemente con las preparaciones dulces, realzan su sabor y
dejan una agradable sorpresa en la boca, para ello, se debe elegir tomando en
cuenta las características de la preparación, así como el gusto de cada
comensal. Por lo general, se consideran que estos vinos sean dulces, pero lo
cierto es que la combinación de este licor con el postre puede resultar algo
empalagoso, por lo cual, es usual el acompañamiento con espumantes secos y
blancos con sabor frutal.
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fuente: sumillercampo.wordpress.com
Vinos para acompañar postres
Vinos para postres de quesos
Antiguamente,
para disfrazar la mala calidad de un vino, se colocaba un trozo de queso encima
de un vaso con esta bebida, de tal manera que las personas comían primero este
alimento y luego al tomarse la bebida, le parecía maravillosa. Esto se debe a
que el queso es un producto que bloquea los receptores del sabor de
la boca y disimula de manera perfecta los aspectos negativos que tiene el vino.
Si
el queso con que se elabora el postre es de oveja, un vino tinto es el
adecuado, en cambio sí procede de la vaca, uno blanco es ideal, mientras que
los afrutados y
cítricos son las mejores alternativas para los postres que
tienen como ingrediente principal el queso de cabra.
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fuente: elespanol.com
Vinos para postres de chocolate
El
vino ideal para acompañar un postre
elaborado con chocolate son los tintos, pues, entre ellos
se crea una simbiosis muy especial, para que esto ocurra, hay que tomar en
cuenta el amargor del chocolate. Los que son completamente amargos van muy bien
con un Cabernet
Sauvignon, por su parte, los chocolates dulces se acompañan con
un vino dulce, mientras que los semi-amargos se acoplan perfectamente con
los tintos suaves.
Vinos para postres elaborados con frutas
Dependiendo
del tipo de fruta se escogerá el vino, por ejemplo: Si el postre contiene frutas acidas como
la parcita, naranja, limón o mango, se recomienda un vino dulce o en su defecto
uno blanco también dulce. Si se disfruta una deliciosa preparación de frutos
rojos, un rosado con una buena cantidad de dulzor quedará perfecto, los tintos
son geniales para acompañar postres que contengan manzanas, pera, ciruelas o
higos, si se trata de una ensalada
de frutas, la opción ideal son los vinos espumosos.
Vinos para helados
Aunque
parezca algo imposible los helados van muy bien con una copa de vino, como el
helado es frio, altera las papilas gustativas por lo que hay que combinarlo con
un vino intenso cuyas características sobresalgan al frio del postre. Se debe
evitar aquellos excesivamente dulces para que no opaque el sabor del helado, los
espumosos son la opción adecuada en caso de que la preparación sea a base de
frutas, en cambio si el ingrediente es galleta, turrón o chocolate, los vinos rosados es
la alternativa perfecta.
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fuente: placeralplato.com
Los
postres y los vinos sin pueden combinarse perfectamente, siempre y cuando se
tenga presente que ingrediente llevará la preparación y en base a esto, se
elegirá el vino acompañante.