Leopoldo Lares Sultan: Conoce más sobre el vino
Es
muy común que, durante
una cena, se deguste junto con la comida un buen vino, el cual
va a depender de la clase
de alimentos que se consume, ya que hay una clase de esta
bebida para acompañar pescado,
carnes y mariscos. No hay que ser un experto del mundo vinícola, pero
si tener un poco de conocimiento
en la materia para poder así disfrutar mejor de la
presencia de este licor, pues mientras más se conoce algo, mejor se disfruta.
El
vino es
un producto natural debido
a que se obtiene de la uva a través de un proceso de fermentación, en
donde el azúcar del
fruto se convierte en alcohol, naciendo así esta grata bebida de
la que tanto se puede disfrutar gracias a su aroma y a su sabor. Según la variedad de la vid, el
clima del lugar en donde se cultivó, su almacenamiento, la temperatura adecuada para
su conservación, entre otros aspectos, se originan los diferentes tipos de vinos que
existen.
Existe
la creencia de que mientras un vino tenga un alto precio, su
calidad es mejor, algo que es totalmente falso, pues, el valor monetario no
determina las
características que lo definen y para ello no es necesario
ser un experto, Tan solo hay que poner todos los sentidos para
apreciar los rasgos distintivos y esto no se valora de un día para otro, sino
con la práctica,
lo que permite convertirse en un gran
conocedor en esta materia.
Dentro
de los aspectos más importantes que hay que saber para que, a la hora
de ofrecer un vino a
los invitados o degustarlo con una persona especial, se escoja el correcto y
así quedar como todo un especialista
en este tema, se encuentran:
1.-
Los vinos se clasifican en:
·
Vinos tranquilos: Su
nombre se debe a que no
poseen burbujas y contienen menos del 15% de alcohol.
Entre estos se encuentran: Los tintos,
rosados y blancos.
·
Vinos espumosos: Son
aquellos vinos que obtienen sus burbujas debido a una segunda fermentación en botella,
aquí se engloba los champanizados.
·
Vinos gasificados: Poseen
gas artificial, como un refresco. El
Lambrusco es un claro ejemplo de ello.
·
Vinos licorosos o generosos:
Presentan entre 13 y 14 % de alcohol, e inclusive, a algunos se le agrega un
poco más. Suelen ser dulces como el
Moscatel, pero también vienen secos.
2.-
El vino tinto se
sirve a una temperatura entre 16 y 18 grados, en el caso de que la temperatura ambiental sea
superior, hay que enfriarlo en un recipiente con hielo.
3.-
El vino blanco se
toma a una temperatura que oscila entre 12 y 16 grados, se mantiene en la
nevera y se saca un poco antes de servirlo ya que se calienta muy rápido.
4.-
Los vinos espumosos se
sirven a una temperatura de 8 grados, una vez que se sacan de la nevera hay que
consumirlo, se tiene que mantener en un recipiente con hielo.
5.-
Un vino generoso requiere
de una temperatura más baja la cual ronda entre los 5 y 7 grados si es un vino seco y a 4 o
5 grados si son dulces.
6.-
Se recomienda tomar el vino en una copa
adecuada para que el sabor resalte mucho más y se pueda apreciar en
todo su esplendor.
7.-
Los vinos con una alta
acidez son ideales para acompañar platos picantes, pues,
la sensación de calor que produce, se compensa con lo ácido de la bebida.
8.-
Si se le coloca a una botella de vino un corcho natural, esta se debe guardar
acostada, mientras que, si se cubre con uno artificial, se almacenará de pie,
esto para evitar mezcla de sabores.
Los
vinos deben guardarse en un lugar con una humedad que ronde los 60 grados, esto
con el propósito de evitar que el corcho se reseque y el vino se filtre, lo
cual es garantía de un daño permanente.